Especialistas en Rosácea en Clínica Eguren

Especialistas en Rosácea

Primero, no estás sola.

La rosácea es una afección muy frecuente. ¿Sabías que los últimos estudios calculan que 415 millones de personas que sufren rosácea en todo el mundo? Y a pesar de ello sigue habiendo muchas dudas, falsos mitos y desconocimiento sobre esta afección cutánea.

Segundo, sabemos cuánto te afecta.

La rosácea condiciona, y mucho, a quien la padece: temes ponerte como un tomate en cualquier momento, te miras al espejo con tristeza viendo esos granos rojos, ninguna crema te sienta bien y todo te irrita, tienes que utilizar maquillaje, aunque no quieras, para disimular los granos y la rojez…

Tercero, necesitas entender bien qué es la rosácea y qué opciones de tratamiento tenemos para controlarla.

¿La rosácea se cura? Desde luego que sí podemos y debemos controlarla, lo cual no implica que en el futuro pueda aparecer algún brote, pero también lo trataremos y controlaremos. Por lo tanto, arriba ese ánimo y ¡vamos a por ello!

cuperosis rosácea

La rosácea es una patología muy relacionada con el acné y, de hecho, ambas patologías son dos polos dentro de un mismo espectro o distintos estadios evolutivos dentro de la misma enfermedad.

En ambos casos el origen se encuentra en la hiperfunción de la glándula sebácea, es decir, existe un exceso de producción de grasa. En la rosácea, donde hay una menor influencia hormonal que en el acné, ese sebo es más fluido e irritante e induce un mayor desequilibrio global.

En primer lugar, la grasa altera la composición de la capa córnea y debilita la función barrera, haciendo que la piel se vuelva más sensible, intolerante y seca (porque aumenta la pérdida de agua y la piel se deshidrata). Aparece así la mal llamada piel mixta que es una piel grasa y deshidratada (y además sensible).

En segundo lugar, induce la aparición de inflamación difusa que tiende a cronificarse. Lo veremos en forma de rojez difusa más o menos intensa y granos en la zona central de la cara (nariz, mejillas).

En tercer lugar, la grasa produce un desequilibrio del microbioma cutáneo favoreciendo el sobrecrecimiento del ácaro Demodex, lo cual incrementa aún más la alteración de la función cutánea y la inflamación.

Por último, todo ese desequilibrio y función sebácea aumentadas incrementan las demandas vasculares y hacen aparecer vasos dilatados en la zona (telangiectasias) y vasos que tienden a dilatarse de forma súbita y exagerada haciendo aparecer los flushings.

La rosácea la diagnosticamos clínicamente, por lo general no hacen falta pruebas ni biopsias.

Notarás la piel más roja, como con chapetas en la zona de las mejillas y la nariz, y te podrán llegar a aparecer granitos rojos o con pus. En la zona de las mejillas y la nariz podrán verse pequeños vasos dilatados. Tendrás una piel sensible que se pondrá aún más roja o se irritará con los cambios de temperatura, la exposición directa al aire frío o caliente, cuando te ruborizas, al comer comidas calientes o picantes, al beber alcohol… En algunos casos también podrás notar que tienes los ojos rojos e irritados y puede tener relación con la rosácea. Por último, puedes notar la nariz algo más gordita o abultada y en las rosácea más avanzadas, y sobre todo en hombres, puede llegar a deformarse.

Es importante diferenciar la rosácea de cuadros con ciertas similitudes, pero que no son rosáceas propiamente dichas. 

Dentro de estos cuadros está el cuadro de reactividad neurovascular que es una entidad que clásicamente se ha considerado como un tipo de rosácea eritemato-telangiectásica, pero que tiene un origen neurovascular y no por hiperfuncion de la glándula sebácea y a nuestro entender no es verdaderamente una rosácea. La demodecidosis, que aparece únicamente por sobrecrecimiento del Demodex, tampoco debería considerarse una rosácea y hay que saber diferenciarlas.

Sobre el tratamiento de la rosácea: la clave está en la combinación

Si hemos entendido cómo aparece la rosácea, ha llegado el momento de ponernos manos a la obra. ¿De qué herramientas disponemos? ¿Cómo las utilizamos? A la hora de construir un esquema terapéutico para controlar la rosácea la clave está en realizar la combinación adecuada de herramientas terapéuticas entendiendo cómo y dónde actúa cada una de ellas, cuáles son características clínica de la rosácea que presentas, el grado de severidad, la presencia o no de ciertos síntomas asociados, si estás embarazada o quieres estarlo próximamente, estás con lactancia materna, etc. En consulta construiremos juntas ese esquema terapéutico personalizado.

Herramientas terapéuticas para realizar un abordaje integral de la rosácea

Tratamientos Tópicos

La ivermectina ayuda a disminuir la cantidad de Demodex presente en la piel. Además, estableceremos una rutina cosmética para la que utilizamos los productos de cosmética médica de ZO Skin Health y Naqua, que nos ayude a controlar el exceso de grasa, reforzar la función barrera y activar la función celular. Si empezamos a utilizar concentraciones bajas de retinol los resultados pueden ser espectaculares.

Antibióticos Orales

Ciertos antibióticos ayudan a reducir la inflamación, es decir, parte de la rojez y sobre todo los granos rojos y espinillas blancas. Hay que tener en cuenta que pueden ayudarnos a controlar el brote, pero al tener un efecto temporal, solo mientras se toman, y no controlar la función sebácea aumentada de base,  es una herramienta con efecto limitado.

Derivados vitamina A 

Los retinoides orales pueden ser de gran ayuda en el tratamiento de la rosácea. Logran reducir el tamaño de la glándula, disminuir el exceso de producción de grasa y bajar la inflamación. Secundariamente ayudan a controlar el sobrecrecimiento del Demodex (que se alimenta de grasa) y reducir el aumento de demandas vasculares. En rosácea suelen emplearse a dosis bajas, con lo cual sus efectos secundarios también disminuyen frente a los que vemos al utilizarse a dosis altas. Habrá que evitarlo en mujeres embarazadas o que busquen embarazo.

Terapias lumínicas

Dentro de este grupo terapéutico encontramos la luz intensa pulsada (IPL por sus siglas en inglés) y los láseres vasculares (colorante pulsado, KTP) para tratar el componente vascular aumentado. En casos de rinofima avanzada el láser CO2 será la mejor alternativa.
Kleresca® Rosácea, que es una terapia con energía de luz fluorescente, ayuda a reducir el componente de inflamación, modular la microvascularización y mejorar la estructura y función cutáneas.

Control de factores influyentes

El estilo de vida también influye y podemos emplearlo a nuestro favor, pero no depositando todo el peso del tratamiento únicamente en esto, sino estableciendo al mismo tiempo un correcto esquema de tratamiento integral. En consulta te daremos recomendaciones para el buen control de factores relacionados: dieta, estilos de vida, estrés, microbiota intestinal y salud digestiva…

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