Especialistas en acné
Si estás leyendo esta sección no es por casualidad, es porque sufres ACNÉ y buscas soluciones.
Voy a proponerte algo atrevido.
Imagina por un momento cómo crees que mejorará tu vida el día que hayas logrado controlar el acné.
¿Ya?
¿Tan rápido?
No, imagínatelo con todo lujo de detalles: “saldré a la calle sin maquillar, sin estar pendiente de mis granos, no me miraré continuamente en el espejo, me peinaré como quiera dejando la cara visible…”
Ahora sí.
Bien, llegar a todo eso que imaginas es objetivo.
Por eso te pido que no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy.
Ven y vamos a ponernos manos a la obra para que tu piel deje de ser un problema y se convierta en tu mejor carta de presentación.
Soy la Dra. Cristina Eguren. Necesito que confiemos la una en la otra, así que voy a empezar contándote mi historia con el acné.
Con 12 años empezaron a aparecer los primeros granitos en la frente.
Mi madre me llevó al dermatólogo que me puso tratamiento con cremas.
Con los años fue cada vez peor y me mandaron más cremas, antibióticos, más antibióticos, anticonceptivos y otra vez antibióticos.
Yo era constante, metódica, jamás me saltaba la pauta que me habían marcado, pero el acné hacía lo que quería.
A veces mejoraba, otras empeoraba y yo mientras sufría con cada uno de aquellos dichosos brotes.
Aún hoy recuerdo con angustia cómo me miraba en el espejo deseando e imaginando una piel lisa.
A todo esto, ya empezaban a aparecer las marcas, claro.

Al llegar a la Universidad no estaba bien, pero tampoco tan mal.
Visité nuevos dermatólogos y, bueno, más de los mismo, cremas y antibióticos.
Con 28 años, durante la residencia de Dermatología, tuve un nuevo brote y ya no pude más.
La suerte (o tal vez no fuera solo suerte) quiso que fuera dermatóloga.
Decidí tratarme a mí misma y así, por fin, llegué a esa piel renovada que tanto había soñado.
Y ahora pienso ¿para qué tantos años de sufrimiento?
Si alguien hubiera dado con la solución antes, me habría ahorrado tantos llantos…
Fue entonces cuando supe que tenía que cambiar la historia del acné.
No, de mi acné no, del de los pacientes que estaban por llegar.
Tenía que cambiar la historia de TU acné.
Y esa fue la semilla del Método E.G.U.R.E.N.
¿Te suena esta historia? Si es así, puedo ayudarte mediante el Método E.G.U.R.E.N. y quiero hacerlo lo antes posible.
Por dos razones.
Para que dejes de sufrir por algo que tiene solución.
Y para que no te queden marcas o las menos posibles (luego son muy latosas y costosas de eliminar).
Así que, ya sabes, no dejes para mañana lo que puedes tratar hoy.
Atrévete a soñar con una piel renovada y una vida libre de ACNÉ.

El acné no es una afección meramente cutánea.
¿Sabes qué es lo que hace aparecer el acné?
¿Una limpieza incorrecta, comer chocolate, el estrés, las hormonas, otros factores?
A día de hoy sabemos que el acné no es una afección meramente cutánea.
El acné es una enfermedad que tiene un origen a nivel homono-metabólico y que se manifiesta de forma más visible en piel.
También sabemos que en el acné existe una influencia de la microbiota intestinal a través del eje entero-cutáneo.
Sabiendo esto entenderás por qué en el acné no tiene sentido tratar únicamente la piel.
Para lograr controlar el acné y disminuir el riesgo de futuros brotes es necesario reequilibrar los sistemas hormomal, metabólico y la microbiota intestinal.
Para lograr la piel renovada que deseas y mereces, es necesario un abordaje verdaderamente integral.
Para lograr hacer jaque mate al acné, necesitas el Método E.G.U.R.E.N.

¿Cómo puede ayudarte el Método E.G.U.R.E.N. para el tratamiento del acné?
Se trata de un método propio, diseñado para transformar tu piel desde la raíz.
Cada letra de E.G.U.R.E.N. representa una fase esencial en nuestro protocolo clínico:
E de Evaluación integral
G de Gestión terapéutica
U de Ultrapersonalización
R de Regeneración
E de Equilibrio
N de Nutrición y microbiota
Herramientas terapéuticas para realizar un abordaje integral del acné
Una adecuada preparación de la piel con gel limpiador, tónico de control de grasa y exfoliante físico, puede resultar de gran ayuda en el control del acné. Además, podemos aprovechar lo que nos aporta los productos de ZO Skin Health y Naqua (líneas de cosmética médica que habitualmente empleamos), para estabilizar la epidermis, reforzar la función barrera, para que la piel se mantenga tolerante e hidratada, y activar la función celular (gracias al retinol), logrando mejorar el funcionamiento y estructura cutáneas, y así comenzar también a tratar y mejorar el daño textural y cicatrices que puedan haber quedado.
Ciertos antibióticos ayudan a reducir el componente de inflamación. Ahora bien, los antibióticos no actúan sobre la función sebácea ni sobre la influencia hormonal y es frecuente que el acné pueda mejorar mientras se toman, pero recidive al suspenderlos. Habrá que ver si es una herramienta útil o no en tu caso.
Para controlar la influencia hormonal androgénica sobre la glándula sebácea utilizamos los fármacos con efecto antiandrógeno, dentro de los cuales tenemos los anticonceptivos y otros fármacos que no son anticonceptivos (¡¡sí, existen fármacos con efectos antiandrógeno que no son hormonales!!). Pueden ser una herramienta clave para llegar a controlar correctamente el cuadros de acné adulto desde la causa, que es esa influencia hormonal persistente sobre la glándula sebácea.
La isotretinoína es un retinoide oral, es decir, un fármaco derivado de la vitamina A. Actúa a todos los niveles de la formación del acné (disminuye el tamaño y producción sebácea de la glándula de grasa, reduce el taponamiento del poro y la inflamación), pero no controla la influencia hormonal desencadenante. En acné vulgar es la opción terapéutica más eficaz, sobre todo en casos severos o cuando comienzan a aparecer marcas o cicatrices. En acné adulto es un fármaco que puede resultar de utilidad, pero al no controlar la influencia hormonal que persiste, puede ocurrir que la isotretinoína por sí sola (incluso después de haber realizado varios ciclos o haber acumulado suficiente dosis) no sea suficiente y el acné persista o reaparezca unos meses o años después de suspender la isotretinoína. En estos casos es clave plantear la combinación adecuada de fármacos (añadiendo por ejemplo alguno con efecto antiandrógeno) para controlar el acné a todos sus niveles. ¿Te ha ocurrido que tomaste isotretinoína y el acné mejoró, pero meses después de suspender reapareció? Esto se explica por lo que explicábamos antes, porque en esos casos persiste una influencia hormonal sobre la glándula sebácea que la isotretinoína no controla y deberemos tenerlo en cuenta a la hora de establecer el esquema terapéutico.
¿Cuáles son los posibles efectos secundarios que podrán aparecer al tomar isotretinoína? Este fármaco se ha ganado popularmente mala fama debido a sus posibles efectos secundarios, pero aquí es importante tener en cuenta la dosis empleada. La gran mayoría de los efectos secundarios de la isotretinoína dependen de la dosis empleada y, por tanto, en general, a pequeñas dosis, pequeños efectos secundarios y a mayores dosis, mayores efectos secundarios. Hoy en día, sobre todo en España y en Europa, utilizamos el fármaco en muchas ocasiones a menor dosis diaria de lo que se hacía antiguamente y esto hace que la tolerancia sea mejor y aparezcan significativamente menos efectos secundarios. Su principal efecto adverso es la sequedad, especialmente en los labios. Habrá que hidratar adecuadamente la piel y los labios y protegerse del sol para evitar quemarse. Al inicio y durante el tratamiento se pueden realizar analíticas de sangre para controlar el hígado y el colesterol. Durante el tratamiento se recomienda no beber alcohol o disminuir al máximo su ingesta. Hay que tener en cuenta que es un fármaco teratogénico y puede producir malformaciones fetales si lo toma una mujer durante el embarazo. Por ello, es muy importante que las mujeres en tratamiento con isotretinoína eviten quedarse embarazadas durante el tratamiento y hasta 1 mes después.
Kleresca® es una terapia de energía de luz fluorescente que emplea un mecanismo de conversión de una luz en otra. En cada sesión se aplica un gel en la zona a tratar. Ese gel, que es de un color naranja casi fosforito, contiene un cromóforo. A continuación, se colocan unas lámparas de luz LED encima. Esa luz LED llega al cromóforo y es transformada en luz fluorescente, que es la que actúa en la piel logrando disminuir la inflamación, mejorando el acné, y aumentar la producción de colágeno, mejorando la calidad de la piel y las cicatrices. La sesión dura 9 minutos, no es dolorosa, lo que se siente es calor. Suele requerir varias sesiones, cuyo número habrá que adaptar según las necesidades y el resto de pauta de tratamiento de cada paciente, y generalmente se realizan una o dos veces por semana. Es un tratamiento seguro y sin efectos secundarios graves, aunque debemos tener en cuenta que puede empeorar el melasma en quien lo tenga. No requiere de tiempo de recuperación y se puede hacer vida normal tras la sesión.
El IPL puede ser de ayuda, generalmente como tratamiento concomitante, (no solemos emplearlo como única o primera opción) en ciertos casos de acné, ayudando a reducir la inflamación. En Clínica Eguren trabajamos con la plataforma M22 de Lumenis® cuyo IPL contiene un cabezal específico para acné.
Una adecuada limpieza profesional con una correcta extracción de comedones, puede ser de gran ayuda en el tratamiento del acné, tanto en casos leves, como en casos más avanzados. Ahora bien, conviene realizarlo en centros profesionales donde el médico controle cómo se realiza el tratamiento de limpieza y evitando la manipulación o extracción mecánica que dañe la piel, sobre todo si hay lesiones inflamatorias, pues podría empeorarlas. En Clínica Eguren realizamos tanto tratamiento de cabina con protocolos específicos para acné, como Hydrafacial®, procedimiento del que te hablamos más en profundidad en la pestaña específica de Hydrafacial®.
Para realizar un verdadero abordaje integral es fundamental trabajar sobre factores como la dieta, la microbiota intestinal, el estrés y los estilos de vida. Establecer una dieta antinflamatoria, reequilibrar la microbiota intestinal, reducir el estrés y mejorar el resto de estilos de vida, es clave a la hora de controlar el acné.