Hablar de peeling es hablar de renovación celular, mejor dicho, de la aceleración de este proceso natural. Nuestra piel está en constante “regeneración”. Mientras unas células culminan su ciclo vital, mueren y se desprenden, otras nacen.
Esas células de remplazo, producidas en la capa basal, situada justo debajo de la epidermis, son idénticas genéticamente a las anteriores. De este modo pueden seguir cumpliendo con todas las funciones biológicas para las que han sido programadas.
La migración de las nuevas células, se produce desde el punto de origen (la citada capa basal) hasta la capa córnea donde terminan desprendiéndose. Y es entonces cuando decimos: ¡Bye bye, células muertas! El ciclo completo, en pieles jóvenes y libres de patología, dura unos 28 días.
Factores que alteran el proceso de renovación celular
La edad y la incidencia de factores externos como la exposición solar, la contaminación o el tabaquismo pueden alterar el ritmo natural de la renovación celular. También puede darse en patologías como la psoriasis.
En casos de acné o rosácea, ambas patologías derivadas de la sobreproducción de grasa por parte de la glándula sebácea, el acúmulo de sebo o el componente irritativo de dicha grasa, pueden causar grandes daños. Por eso, aunque no podemos hablar de alteración en el proceso de renovación celular, sí podemos hablar de la necesidad de desobstrucción del poro y el conducto sebo-piloso anexo al mismo.
La pregunta del millón es: ¿Cómo podemos ayudar a estimular y acelerar este proceso de eliminación de nuestras células muertas? Fácil, con una correcta exfoliación.
Existen diferentes exfoliantes entre los que se encuentran los llamados peelings químicos. Se pueden encontrar en distintas presentaciones y concentraciones, siendo algunos de uso domiciliario y otros, como son los peelings medios y profundos, de aplicación en consulta.
¿Cuáles son los beneficios del peeling químico?
- Ayuda a retirar células muertas de la superficie cutánea.
- Potencia la renovación celular.
- Aporta suavidad a la piel.
- Desobstruye y afina el poro.
- Mejora tanto la textura como el tono de la tez.
- Mejora la hiperpigmentación.
- Permite una mayor absorción de los principios activos.
- Desobstruye en casos de exceso de grasa.
¿Cuál es la alquimia del peeling químico?
Un peeling es en esencia un procedimiento médico en el que aplicamos una serie de compuestos químicos para obtener una exfoliación profunda de la piel que nos permita renovar la superficie cutánea mejorando su aspecto y calidad.
Tras el procedimiento se produce un enrojecimiento que puede persistir durante unas horas o incluso días, dependiendo de las características de la piel y de la profundidad del peeling realizado. Y en los días siguientes debería darse un pelado notorio que induzca la reepitelización. Es decir, que mudamos la piel como las serpientes. No siendo la cosa tan evidente, nos vale la analogía animal para describir los efectos del peeling.
Lo bueno es que, tras esos días en los que puedas parecer una momia, verás aparecer una piel completamente renovada, más luminosa, regular y sana.
Los resultados son evidentes tras la primera sesión, aunque si el tratamiento lo realizamos con cierta periodicidad, veremos una mejoría exponencial.
¿Qué tipos de peelings químicos existen?
Contamos con tres tipos que básicamente se distinguen por la intensidad de la exfoliación o, dicho de otro modo, por la profundidad a la que actúan.
- Peeling superficial: Es aquel que elimina la parte más superficial de la epidermis. La descamación que produce es leve, a veces incluso resulta imperceptible (lo cual no significa que no esté actuando). Aunque es menos efectivo tiene una clara ventaja, es llevadero y no impide para nada hacer vida normal.
- Peeling medio: Es aquel que destruye la epidermis entera. La descamación que produce es más intensa y notable. Eso significa que el efecto será mucho más evidente y la sensación de mejoría mayor. No implica tiempo de recuperación como tal, pero puede que te resulte más incómodo por el aspecto que tu piel presentará en los días inmediatamente sucesivos.
- Peeling profundo: Es aquel que, además de eliminar la epidermis, llegará a la parte más superficial de la dermis (la capa intermedia de la piel). Por su capacidad de penetrabilidad, lleva implícita una mayor descamación e inflamación. La mejoría es de quitar el hipo, sin embargo, hay que pagar el precio y aguantar ese tiempo de recuperación un poco más prolongado.
¿Cuándo realizar un peeling?
El momento es ahora. Y no, esto no es un eslogan publicitario, sino una verdad como un templo. En otoño-invierno es cuando más reducimos los tiempos de exposición solar. Nuestro estilo de vida cambia en los meses más fríos del año, se hace menos vida en la calle y las horas de luz se reducen significativamente.
No podemos olvidar que el peeling produce una agresión, controlada sí, pero agresión, que deja la superficie cutánea mucho más expuesta. De ahí que insistamos en la necesidad de aplicar fotoprotección de amplio espectro y con un factor 50+. Lo máximo es poco. Tú como si fueras la novia de Drácula. De ello depende en gran medida el resultado final del procedimiento.
¿Qué debo tener en cuenta antes, durante y después de un peeling?
- Antes del procedimiento solemos recomendar dejar de usar principios activos irritantes como pueden ser los retinoides y los alfahidroxiácidos. Suele ser suficiente con suspender el tratamiento 5 días antes de realizar el peeling.
- Durante el procedimiento notarás un ardor y picor intenso que puede ser calmado, durante el tiempo que dure el tratamiento, con aire frío.
- Tras el procedimiento la piel estará roja e inflamada. Puede incluso que pique durante las primeras horas. Con los días, en función de la profundidad del peeling, la piel se pelará con mayor o menor intensidad. Durante este proceso recomendamos el uso de cremas que contribuyan a la regeneración cutánea y que tengan un efecto calmante.
Cuando el proceso de pelado culmine es cuando decimos que se ha logrado la reepitelización completa y es entonces cuando podemos retomar nuestra rutina cosmética habitual, incluido tu amado retinol.
Recordamos, a riesgo de ser pesadas, que el must de todo post-procedimeinto estético, es el fotoprotector.
Ahora que ya conoces todas las bondades del peeling químico, es el momento de meterlo en tu lista de deseos para estas fiestas.
Si nos sigues, que sabemos que sí, sabrás que en Clínica Eguren trabajamos con la línea de cosmética médica Zo Skin Health y entre los distintos protocolos y productos contamos el 3-Step Peel que ¡No puede gustarnos más!
Tras la escarcha, el enrojecimiento y el pelado, te espera tu nueva piel. Ah, y no olvides que el peeling químico es un procedimiento comodín, capaz de combinar a las mil maravillas con otros muchos. Pídele a Santa que se porte bien este año y te regale un combo ganador de los que tan bien diseñamos en esta casa. No lo dudes y pide ya tu cita.